Ricitos de Oro y los 3 Ositos - cuento en inglés

"Ricitos de Oro y los Tres Ositos" es un cuento popular que narra la historia de una niña llamada Ricitos de Oro que entra en la casa de tres osos mientras están fuera. Allí, prueba su sopa, se sienta en sus sillas y finalmente se acuesta en sus camas, encontrando una que es perfecta para ella. Sin embargo, cuando los osos regresan y la encuentran, Ricitos de Oro se asusta y huye.

Este cuento es una lección sobre la importancia de respetar la propiedad ajena y los límites establecidos.

Ricitos de Oro y los 3 Ositos en inglés (Goldilocks and the Three Bears)

Once upon a time, there was a girl named Goldilocks who loved to explore the forest. One day, while she was walking, she found a house that seemed to be abandoned. Goldilocks decided to enter and investigate.

Upon entering the house, Goldilocks found three bowls of soup on the table. The first bowl was too hot, the second bowl was too cold, but the third bowl was just right. "What delicious soup!" exclaimed Goldilocks as she devoured the soup from the third bowl.

Suddenly, Goldilocks realized she was tired and decided to sit on a chair to rest. The first chair was too big, the second chair was too small, but the third chair was just right. But just as she was getting comfortable, the chair broke. "Oh no!" said Goldilocks in surprise, and she decided to continue exploring the house.

Finally, Goldilocks went upstairs and found three beds in a room. The first bed was too hard, the second bed was too soft, but the third bed was just right. Goldilocks lay down on the bed and soon fell asleep.

Meanwhile, the three bears who lived in the house returned from their walk. "Someone has been eating my soup!" growled the big bear. "And someone has been eating my soup too!" said the medium-sized bear. "And someone has finished all my soup!" exclaimed the little bear.

The three bears searched the house and found that someone had been using their things. "Someone has been sitting in my chair!" growled the big bear. "And someone has been sitting in my chair too!" said the medium-sized bear. "And someone has broken my chair!" exclaimed the little bear.

Finally, the three bears went upstairs and found Goldilocks asleep in the little bear's bed. "Wake up, wake up!" said the big bear. Goldilocks woke up suddenly and, upon seeing the three bears, she got scared and ran out of the house.

The three bears looked at each other and then looked at the bed. "I think we have a visitor," said the big bear. "Yes, but it seems she has already gone," said the medium-sized bear. "Well, I hope she doesn't come back," said the little bear.

And so, Goldilocks learned an important lesson about respecting other people's property, while the three bears returned to their home and continued their life in the forest.

Ricitos de Oro y los 3 Ositos en español

Había una vez una niña llamada Ricitos de Oro, que le encantaba explorar el bosque. Un día, mientras paseaba, encontró una casa que parecía abandonada. Ricitos de Oro decidió entrar para investigar.

Al entrar en la casa, Ricitos de Oro encontró tres platos de sopa en la mesa. El primer plato estaba demasiado caliente, el segundo plato estaba demasiado frío, pero el tercer plato estaba perfecto. "¡Qué deliciosa sopa!", exclamó Ricitos de Oro mientras devoraba la sopa del tercer plato.

De repente, Ricitos de Oro se dio cuenta de que estaba cansada y decidió sentarse en una silla para descansar. La primera silla era demasiado grande, la segunda silla era demasiado pequeña, pero la tercera silla era justo la adecuada. Pero justo cuando se estaba acomodando, la silla se rompió. "¡Oh no!", dijo Ricitos de Oro sorprendida, y decidió seguir explorando la casa.

Finalmente, Ricitos de Oro subió las escaleras y encontró tres camas en una habitación. La primera cama era demasiado dura, la segunda cama era demasiado suave, pero la tercera cama era perfecta. Ricitos de Oro se acostó en la cama y enseguida se quedó dormida.

Mientras tanto, los tres ositos que vivían en la casa regresaron de su paseo. "¡Alguien ha estado comiendo mi sopa!", gruñó el osito grande. "¡Y alguien ha estado comiendo mi sopa también!", dijo el osito mediano. "¡Y alguien ha terminado toda mi sopa!", exclamó el osito pequeño.

Los tres ositos revisaron la casa y encontraron que alguien había estado usando sus cosas. "¡Alguien ha estado sentado en mi silla!", gruñó el osito grande. "¡Y alguien ha estado sentado en mi silla también!", dijo el osito mediano. "¡Y alguien ha roto mi silla!", exclamó el osito pequeño.

Finalmente, los tres ositos subieron las escaleras y encontraron a Ricitos de Oro dormida en la cama del osito pequeño. "¡Despierta, despierta!", dijo el osito grande. Ricitos de Oro se despertó de repente y, al ver a los tres ositos, se asustó y salió corriendo de la casa.

Los tres ositos se miraron unos a otros y luego se miraron a la cama. "Creo que tenemos una visitante", dijo el osito grande. "Sí, pero parece que ya se ha ido", dijo el osito mediano. "Bueno, espero que no vuelva", dijo el osito pequeño.

Y así, Ricitos de Oro aprendió una lección importante sobre respetar la propiedad ajena, mientras que los tres ositos regresaron a su hogar y continuaron con su vida en el bosque.