La princesa y la rana - cuento en inglés
La historia de la princesa y la rana (también llamado El príncipe rana) es un cuento de hadas clásico, especialmente popularizado por los hermanos Grimm y por la película que Disney le dedicó.
Moraleja
Este cuento enseña varias lecciones importantes, como la importancia de cumplir las promesas y no juzgar por las apariencias. La transformación del príncipe rana subraya el tema de la verdadera belleza y valor ocultos bajo apariencias engañosas. Además, la historia refleja un proceso de crecimiento personal para la princesa, quien aprende sobre la responsabilidad y la compasión a través de su experiencia con la rana. Esta fábula ha sido adaptada en numerosas formas, incluyendo películas y libros, manteniendo su relevancia y encanto a lo largo del tiempo.
La princesa y la rana en inglés (The Princess and the Frog or the Frog Prince)
Once upon a time, in a beautiful kingdom, there lived a princess in a grand castle. The princess loved to play in the garden with her golden ball, which was her favorite toy. One day, while playing near a well, she threw the ball too high and it fell into the deep water of the well.
The princess sat by the edge of the well and began to cry inconsolably. Suddenly, a shiny green frog poked its head out of the water and said:
"Princess, why are you crying?"
The princess, surprised, replied, "I lost my golden ball in the well. It’s my favorite toy and I don’t know how to get it back."
The frog looked at her and said, "Don’t worry, princess. I can get your golden ball back, but in return, I want you to take me to your palace, let me eat from your plate, and sleep in your bed."
The princess, thinking that a frog couldn’t cause any harm, quickly agreed: "Alright, if you bring me my ball back, I’ll take you to my palace!"
The frog dove into the well and after a few minutes, surfaced with the golden ball in its mouth. The princess took the ball and ran back to the castle, completely forgetting about her promise.
That night, while the princess was having dinner with her family, she heard a tapping at the door. When she opened it, she found the frog sitting on the doorstep. The frog said:
"Princess, I’ve come to remind you of your promise. You promised that I could live with you in the palace."
The princess, though not very happy, didn’t want to break her promise, so she said to the frog: "Alright, you can come in."
The frog hopped up to the table and sat next to the princess’s plate. The princess, a bit disgusted, let the frog eat from her plate. After dinner, the frog said:
"Now, princess, take me to your room. I’m tired and want to sleep."
The princess, with a sigh, took the frog to her room and placed it on a pillow beside her bed. But the frog said: "No, princess, you promised that I would sleep in your bed."
The princess, very angry, grabbed the frog and threw it against the wall. But instead of a frog, there appeared a handsome young prince. The prince explained:
"An evil witch cast a spell on me and turned me into a frog. I could only return to my human form if a princess let me eat from her plate and sleep in her bed. Your act of anger broke the spell."
The princess, astonished and sorry for treating the frog badly, apologized to the prince. Over time, they became great friends and eventually fell in love. They got married and lived happily ever after in the beautiful castle.
La princesa y la rana en español
Había una vez, en un hermoso reino, una princesa que vivía en un gran castillo. A la princesa le encantaba jugar en el jardín con su pelota dorada, que era su juguete favorito. Un día, mientras jugaba cerca de un pozo, lanzó la pelota demasiado alto y esta cayó en el agua profunda del pozo.
La princesa se sentó al borde del pozo y comenzó a llorar desconsoladamente. De repente, una rana verde y brillante asomó la cabeza del agua y le dijo:
"Princesa, ¿por qué lloras?"
La princesa, sorprendida, respondió: "He perdido mi pelota dorada en el pozo. Es mi juguete favorito y no sé cómo recuperarla."
La rana la miró y le dijo: "No te preocupes, princesa. Yo puedo recuperar tu pelota dorada, pero a cambio, quiero que me lleves a tu palacio, me dejes comer de tu plato y dormir en tu cama."
La princesa, pensando que una rana no podría hacerle ningún daño, aceptó rápidamente: "¡Está bien, si me devuelves mi pelota, te llevaré a mi palacio!"
La rana se zambulló en el pozo y, después de unos minutos, salió a la superficie con la pelota dorada en la boca. La princesa tomó la pelota y corrió de vuelta al castillo, olvidándose completamente de su promesa.
Esa noche, mientras la princesa cenaba con su familia, escuchó un golpeteo en la puerta. Al abrir, encontró a la rana sentada en el umbral. La rana dijo:
"Princesa, he venido a recordarte tu promesa. Me prometiste que podría vivir contigo en el palacio."
La princesa, aunque no estaba muy feliz, no quería romper su promesa, así que le dijo a la rana: "Está bien, puedes entrar."
La rana saltó hasta la mesa y se sentó junto al plato de la princesa. La princesa, con un poco de disgusto, dejó que la rana comiera de su plato. Después de la cena, la rana dijo:
"Ahora, princesa, llévame a tu habitación. Estoy cansada y quiero dormir."
La princesa, con un suspiro, llevó a la rana a su habitación y la puso en una almohada al lado de su cama. Pero la rana dijo: "No, princesa, prometiste que dormiría en tu cama."
La princesa, muy enfadada, agarró a la rana y la lanzó contra la pared. Pero en lugar de una rana, apareció un príncipe apuesto y joven. El príncipe le explicó:
"Una bruja malvada me hechizó y me convirtió en una rana. Solo podía volver a mi forma humana si una princesa me permitía comer de su plato y dormir en su cama. Tu acto de enojo rompió el hechizo."
La princesa, asombrada y apenada por haber tratado mal a la rana, le pidió perdón al príncipe. Con el tiempo, se hicieron grandes amigos y eventualmente se enamoraron. Se casaron y vivieron felices para siempre en el hermoso castillo.